Blogia
Durazno Sangrante

Historias Mínimas

God hates us all

Si seguís a alguna religión no te va a gustar lo que escribo pero dale no seas ratón, no te preocupés después que lo hayas leído anda y seguí rezando por algo o seguí pegándote tranquilamente en tu pieza con el látigo.
Quiero expresar mis condolencias con los familiares de Emiliano Molina(arquero del sub 17 y de Independiente, y si no sabes quien es me importa un huevo, buscalo) quien tuvo un fuerte choque y ahora está peleando por su vida.
Estoy podrido de la gente, y en su mayoría gente de mayor edad, que dice: “Dios tiene un plan para todos”, si, tiene un plan bastante hijo de puta, para hacerle esto a un pibe de 17 años y además para vos es fácil decirlo si igual te dejó vivir hasta los 80 fácilmente, en cambio él recién estaba empezando a vivir.
O los que dicen: “A veces Dios pone obstáculos en el camino para medir tu esfuerzo”, perdón pero yo no quiero que me mida el esfuerzo alguien que no vive conmigo y que ni siquiera ha pisado la tierra, si es que existe, ya que para él debemos ser conejillos de india.
Y si existe no me importa lo que piense de mi ya que me importa muy poco si voy al infierno o al cielo, si es que existen, ya que voy a estar muerto y no tiene sentido vivir preocupándose por algo que no vale la pena, preocupándose si cuando muera iré la cielo de la Santa Mentira o al infierno de la Boludez Bizarra Caminante.
Lo único que sé es que perdimos otro futuro de gran arquero y que podía alegrar a muchas personas con sus atajadas, no a alguien que te mantiene en su secta donde constantemente te dicen que debes y que no poder hacer por alguna razón que seguramente es estúpida. Ojalá habríamos perdido a alguien extraterrenal para poder vivir tranquilamente, donde podamos hacer lo que carajo queramos con nuestra conciencia, o mejor aún, a algún brazuca ladrón que predica la palabra de Supercristosuperstar o de algún sinvergüenza chaman de Cablehogar. Para que podamos dejar de vivir en la miseria espiritual, donde...perdón de que lo diga pero ustedes van... gente estúpida sigue a gente más estúpida y ladrona que los del gobierno que vive a costas de las miserias ajenas, así que dígale no a la vecina/o que usted siempre sospechó de tránfuga, siga pensando lo mismo y mire para adentro suyo y piense que usted no es tan ingenuo para ese juego cruel que se juega con las penas de los demás.

Repercuciones del aviso de SOCIALES

Repercuciones del aviso de SOCIALES Anónimo:
puedo ir yo tambien?
2005.06.02 03:00

BARBI_87:
todos pueden ir, o no?
2005.06.02 16:25

Vicky:
que todas PUEDAN ir no quiere decir que todos QUIERAN ir...
besitos!
2005.06.07 22:42

BARBI_87:
Por supuesto, pero la invitación esta hecha...
2005.06.08 14:55

Chicas del San Jorge:
Clari te escribimos para decearte un muy feliz cumple en este dia tan especail para vos y tu gente linda que te acompañan en este camino que se llama VIda, si la vida es u juego y hay que jugarla, queremos decirte que nosotras somos tus jugadoras del alma. Besos
PD: Nosotras tampoco encontramos el mail de TATI, ya fue que no valla, ella no juega bien
2005.06.08 19:14 email: LaspibasdelSanJorge (arroba) sanjorgitolomas.com.ar

Anónimo:

Que ricos los tacos y el ambiente periodistico que se plasmaba en el ambiente, un lugar degente que piensa, que no transa, independiente, honesta y veraz, que toman la noticia como objetivo y la tratan de manera objetiva. ¿Este Weblogs de quien es?

De Vicenzi:
Clarisa, tu paso por la universidad Abierta Interamericana, te debe dieron las herramientas para defenderte, no importa ekl tiempo, queremos decirte yo y todos los docentes de la carrera te mandamos un fuerte saludo. Gracias, tu paso por nuestros clustros no se sera en vano.
Daniela: la vida quiso que tu formación academica este en nuestras manos, no te la soltaremos, El camino que emprendiste es dificil, lo sabemos, con partes espinoso, cuesta arriba, sin retormo, con el sistema VANEDUC te damos los elementos para que sortees esos obstaculos, segui adelante.

2005.06.12 05:50

TATI:
Me molesta enterarnme por este medio que fue tu cumple, igual sabes que sos lo mejor para mi, no somos jugadoras de la vida, somos verdaderas gladiadoras de la vida. En cuanto a las del san jorge, esas perras tenian el telefono celular ¿O te ovidaste paulina, o vos vikki) putas, por su culpa no pudo estar en unos de los momentos mas importantes en la vida de una amiga no del alma, mucho más que eso, eso que es amistad y de lo que ustedes no entienden. No me gusta hablar mal de nadie pero estas son unas soretas, malas personas, envidiosas, inescrupulosas, unlimited, pero eso no importa, lo importante es que te puedo decir por este medio lo mucho que te quiero y siempres sere tu soldado y peleare tus batallas, sere tu angel guardian que revolotea a tu alrededor, sabelo. Te banco en todas. Tu amiga ,TU AMIGA; tati.
2005.06.12 23:19 email: tati_paranoica (arroba) hotmail.com

Esa bolita no entra.

Esa bolita no entra. Nacho nos había contado de lo extraño de su bolita, pero jamás le habíamos creído hasta ese día. “¡Ves que esta bolita no entra nunca!”, se quejó al intentar hacer opi por décima vez en la tarde, al tiempo que sacaba la última de la bolsa para entregársela al vencedor. Con semejante evidencia, había hecho desaparecer nuestras dudas al respecto; definitivamente, la pequeña esfera estaba embrujada o algo por el estilo.

Era una “porce” de tamaño mediano pero, a diferencia de las demás, no tenía dibujo alguno en la superficie, lo que la hacía aún más extraña. Por culpa de la misteriosa canica, Nacho había perdido la totalidad de su colección; situación que, no sólo lo fastidiaba, sino que, además, lo había convertido en el hazmerreír entre los chicos de “La Sexta”.

Su popularidad había decrecido notablemente. Las chicas de la cuadra ya no tenían interés en verlo jugar, pues sentían lástima, y hasta rechazo, ver cómo perdía una a una cada bolita de su colección. En la popa estatua, ya nadie se acercaba a revivirlo como en otros tiempos, a tal punto que llegó a pasar un día entero en pose de John Travolta en “Fiebre de Sábado por la Noche”, esperando que algún alma solidaria se dignase a tocarlo y desencantarlo. Finalmente, y luego de buscarlo por todo el barrio durante horas, tuvo que desencantarlo la mamá, acompañada de un grupo de policías, al cual había llamado desesperada horas antes. Sin embargo, su obstinación lo llevó a continuar jugando con la bolita que no entraba, con consecuencias obvias.

Según él, la conflictiva bolita blanca se la había regalado un anciano que pasaba por la calle una tarde de aquel verano; y que, segundos después, moriría arrollado por un 122 que pasó zumbando por Necochea.

Aquella tarde, Nacho había venido a casa a tomar la leche, y no pudo dejar de contarme lo que le había pasado. “El viejo me la dio, después me quiso decir algo acerca de la suerte mientras cruzaba la calle y, por no mirar, se la puso el bondi”, comentó un poco shockeado.

Pasaron varios días en que no tuvo más remedio que hacer abstinencia con respecto al juego, ya que se venía el torneo interbarrial y sólo le quedaba una bolita, la que no entraba.

Pese a las quejas de la vecinal ante el Comité, Nacho representaría al barrio en el torneo, pues, a pesar de la mala racha que lo aquejaba últimamente, era él el que había sacado más puntaje en la liga del año anterior.

En esa oportunidad, había que jugar de visitante contra los fifís de barrio Martin. Él sabia lo que significaba una victoria ante aquellos usurpadores. Esos que nos hacían llenar de rabia cuando sacaban a bailar a las chicas de nuestra cuadra en los asaltos de Temperley.

El torneo era a las dos en punto en la placita Bélgica, al lado de la campana que gira. Pese a que con una bolita que no entraba no tenía chances de ganar, no tuvimos mas remedio que ir a apoyarlo. Era un “mano a mano” contra el chico mas pedante de barrio Martin.

El juego había comenzado y, de a poco, los dos se iban acercando al opi que se había cavado rigurosamente para la ocasión. A Nacho le quedaba el último tiro, estaba a un metro del hoyo, mientras que el otro sólo a un dedo. Tenía que embocarla sí o sí, porque de lo contrario le dejaría una gran chance a su contrincante. Era consciente de lo complicado de su situación.

Todos nos quedamos boquiabiertos. Nacho, inesperadamente, pareció obviar el opi al tiempo que se concentraba en la bolita del otro. Le apuntó como si fuera a dispararle a su peor enemigo.

“¡Pochi!”, gritó al tiempo que la suya golpeaba a la bolita enemiga con brutal fuerza. Ahora, ambas esferas se alejaban del opi. Pegaditas, como imantadas, una detrás de la otra iban derecho a la alcantarilla. La gente no lo podía creer, quedarían los dos descalificados.

¡Flor de festejo cuando la bolita del otro se perdió entre los fierros del desagüe!, mientras que la de Nacho, que venía atrás, se frenó un centímetro antes. Una vez más, como era de esperar, su bolita se negó a entrar. Éramos los mejores de la zona.

El gordo.

Glorioso asfalto primavera

Glorioso asfalto primavera Despertar al sonido estridente de las primeras horas del día era ya una costumbre nada agradable. Sabía perfectamente que las siguientes horas de la mañana iban a ser pesadas, plagadas de obligaciones sin sentido. Nada me hacía sufrir tanto como la terrible lentitud de la mañana. Lo único que me hacía dar cuenta de que estaba vivo eran esos mezquinos minutos de tiempo que nos dejaban entre hora y hora y que me permitían asomar apenas una pizca de mí mismo, un verdadero partícipe de esa danza maravillosa que los hombres llaman fútbol. Claro que no era lo mismo jugar al fútbol en esa pseudocárcel que en mi reinado, ahí donde no existían límites de tiempo.
Al mediodía comenzaba todo. En el carro ruidoso que me devolvía a mi castillo viajaba siempre con mi Gente de Confianza y antes de descender, en las inmediaciones, si veía a algunos de mis colaboradores, era obligatorio darles a los gritos las instrucciones precisas sobre mis acciones luego de la hora del almuerzo.
Habiendo cumplido con mis responsabilidades protocolares, a la hora predeterminada me reunía con toda la legión en el campo de entrenamiento al que llamábamos “El Glorioso Asfalto Primavera”, que sábado por medio se convertía en campo de batalla, el cual se debía defender con la vida misma si era necesario frente a los “Villanos de Coffeen” del reino vecino.
Allí nos especializábamos cada vez más en el bello arte del fútbol, el cual era la fuente más grande de honor y dicha o de vergüenza y dolor según lo dictaran las caras del destino. Mi tarea, como Rey, era la de llevar adelante a todo el grupo de guerreros, idear las estrategias de ataque correspondientes, asignar puestos dentro del campo pero por encima de todas las cosas hacer que cada uno se sintiera orgulloso por defender nuestra tierra y nuestro orgullo. Pero un día todo cambió… una nube densa de incertidumbre y duda derrumbó todo ese inmenso universo… me destituyeron como Rey y obligaron mi extradición a otras tierras… no podía entender lo que pasaba, me sacaban a la fuerza de mi lugar y me llevaban a donde no era nadie…
Con el tiempo me fui acostumbrando y el mismo tiempo, más que nunca, cumplió su obligada tarea de promover el olvido y eso es lo que me produjo, el olvido mismo…
Muchos años más tarde, volviendo en bicicleta de la cede del Club Atlético Provincial a mi casa de San Luis e Iriondo, pasé por una casita que quedaba en Av. Francia y la cortada Primavera, me resultaba conocida y desconocida a la vez
. Detengo mi marcha, cierro los ojos y empiezo a recordar lentamente y me doy cuenta de que esa casita era mi antiguo castillo, que la cortada era mi campo de batalla, “El Glorioso Asfalto Primavera”. Ahora empezaba a darme cuenta de la “realidad” de las cosas: la pseudocárcel era la escuela, el carro ruidoso era el Fiat 128 Iava de mi viejo, mi gente de confianza eran mis tres hermanos, mis colaboradores eran mis amigos y lo que hacíamos los sábados era jugar un “simple partido de fútbol” contra los chicos de la cortada Coffeen. Además comprendí que no me habían quitado el honor de ser Rey porque nunca lo había sido y que la extradición fue la necesidad de mis padres de mudarnos de casa por falta de espacio.
En fin… la memoria condena el olvido con un baldazo de realidad…

Matias Formia

AGATA GALIFI

AGATA GALIFI A la distancia se pueden observar mejor los matices de la vida de una persona, se puede ver como la mujer más buscada del país por la policía se convirtió, con el tiempo, en una leyenda popular. Todos han oído alguna vez su nombre, pocos saben lo suficiente de la historia de esta mujer, pocos saben si esta muerta o aún vive, aún se duda si nació en Gobernador Gálvez o Gálvez, cerca de Rosario, como todos los grandes personajes, esta envuelta en un halo de misterio y grandes secretos.
Agata Cruz Galifi , es el nombre justo para la protagonista de una novela, y así fue, ya que su historia es más parecida a una película, que a la realidad. De padres italianos, habia heredado unos hermosos ojos verdes, y cabello oscuro, su belleza generaba una particular atracción en quienes la conocieron. Agata no era una chica común.
Vivió en Rosario, tuvo domicilio en Oroño al 500, y fue protagonista de una parte de la historia de esta ciudad. Su padre Juan Galifi era un próspero comerciante llegado de Sicilia, pero Don Galifi, no era un hombre común, era “ Chicho Grande”, el Jefe de la “onoravele societᔠ(la Maffia) en la Argentina, durante los años de su apogeo desde 1927 a 1939, y que tuvo a nuestra ciudad como su centro de operaciones. Para Agata su padre era un héroe.
Prostitución, juego clandestino, extorsiones, crímenes por disputas de poder, secuestros a millonarios (aclaro: no es la Argentina de hoy, es la de la década del 30), ese era la realidad detrás del empresario exitoso que era Don Galifi. Agata creció en ese contexto ,y repartió sus días en aquella época entre Rosario y Buenos Aires, estuvo en las fiestas de la gran aristocracia Argentina, en los palcos de los grandes teatros, el hipódromo era una lugar habitual para ella, los caballos de Galifi eran los mejores, especialmente uno: “Fausto”. A partir de Fausto, dirá años después Agata, comenzó todo; la caída de la organización de su padre y su aparición como “la flor de la mafia”; su encuentro en un hotel de Avenida de Mayo con Natalio Botana, el dueño del periódico “Crítica” y la oferta que este le realiza a Agata para que le transmita a su padre, era una oferta tentadora y amenazante, así se lo dijo a Don Galifi quien se negó, a partir de allí, comenzaron los grandes titulares de Crítica ¿Quién es Chicho Grande? y en toda la Argentina no se hablaba de otra cosa ( me acorde de Yabrán, no se porque....), y todas las pruebas llevaban a Don Galifi, quien fue deportado en 1935. Agata tenia por entonces 19 años y se había casado unos días antes con el abogado de su padre del cual se separó tiempo después, enamorada de Arturo Pláceres, un delincuente con un gran prontuario en su haber.

Le decían “la Gata Galifi” y su objetivo era reorganizar la Maffia nuevamente, solo tenia 23 años cuando en 1938 se la buscaba junto a su compañero por un tiroteo digno de la Chicago de Elliot Ness y por falsificación de dinero. La policía la encontró junto a Pláceres y a un amigo en un bar de la Calle Santa Fe y Maipú, con la excusa de buscar sus documentos fueron escoltados hasta la pensión donde estaban en San Lorenzo al 700, y es allí donde se produce otro tiroteo espectacular que pasó a la memoria popular, allí Agata y Pláceres logran escapar , mientras su amigo cae muerto junto a dos policías. Son detenidos un 23 de mayo de 1939, estuvieron escondidos durante casi un año en una vivienda de la calle Liniers al 800, y enviados a Tucumán acusados de planear un robo fantástico al Banco de la Provincia y falsificar dinero para cambiarlos por los billetes originales una vez penetrado al banco (un plan muy audaz, digno de una chica audaz), para esto alquilaron una pensión frente al edificio y cavaron un túnel durante cuatro meses. Nunca se supo porque no se terminó.
Allí comienza “ la Cruz de Agata”, quien es recluida a 10 años de prisión, al confesar sus crímenes por pedido de su compañero quien prometió que “la sacaba en 20 días”. Pero esto no pasó. Enamorada y traicionada, Agata es encerrada durante siete años en el Hospital de Alienados de Tucumán, en una “jaula de 1.20 x 1.80”, aislada como una pantera, tal vez para vengarse de su padre, Agata tuvo que soportar los peores castigos, pasó su encierro entre intentos de violación , soñando con la muerte de su padre la misma noche en que esta ocurría y con duendes verdes y feos que a veces aparecían en su celda.
En libertad, volvió a Rosario y encontró trabajo vendiendo publicidad por la calle, luego se fue a San Juan, donde los Galifi tenían una bodega, allí la encontraron en 1972 periodistas de una revista , llevando una vida limpia, como dueña de una zapatería, en donde le dician “la Nena” o señora simplemente, y solo se hablaba maravillas de la ella. De esos años de aventuras solo conservaba un medallón con la foto de Don Chicho, su padre, a quien Agata veneraba. Si hoy viviera tendría 89 años y mucho para contar.

Adios Don Fratelli

Adios Don Fratelli Esta historia la conté mil veces, y me reí de ella otras tantas. Pero fueron de esas historias que una las escucha absorto, sin moverse, casi sin respirar para no interrumpir y se va saboreando cada palabra, cada pedacito del relato como si fuese un caramelo. Es que en un punto una buena historia bien contada es placentera, aunque este llena de exageraciones y de falsos hechos, pero la manera es que es narrada la hace absolutamente interesante.
Don Fratelli era de esas personas que novelan lo que cuentan, le agregan datos y situaciones que hacen la historia más suculenta y no por eso menos creíble. Su casa quedaba a la vuelta de la mía, eran años en que las bicicletas se podían convertir rápidamente en naves espaciales y cualquier persona en la calle era un enemigo potencial, en eso nos parecíamos a Don Fratelli, un hecho simple podía convertirse en una situación emocionante, con sólo activar la imaginación.
Don Fratelli llevaba una vida rutinaria, la típica vida de un jubilado en un pueblo donde nunca pasa nada, por las tardes se dedicaba a sus plantas y después baldeaba la vereda, que tenía de esas baldosas amarillas con canaletas, que según él, fueron inventadas para que limpiarlas sea una tarea más fácil. Después se sentaba en su portón de rejas verdes a tomar mate. Nosotros éramos su auditorio para cientos de historias, nos llamaba a sentarnos con él y en un respiro a tanta balacera y piedras libres, terminábamos siempre escuchando sus historias, de cómo se escapó de Italia, de cómo llegó al país, en fin, tenía un repertorio infinito.
El ritual era siempre el mismo, “les voy a contar algo que me pasó una vez”, hacía una pausa, detrás de esas palabras podía venir una historia de aparecidos, un crimen, una anécdota de su Calabria natal, pero era esa pausa lo que nos permeabilizaba, nos cargaba de ansiedad y avidez por saber que vendría después; se cebaba un mate, lo tomaba despacito y comenzaba a relatarla lentamente, se agachaba aún más para estar a la altura de nuestros oídos y por momentos hacia algún silencio, como hurgando en su memoria detalles que podían quedar ocultos y que enriquecerían la historia.
“Hace unos años, antes de que alguno de ustedes naciera, teníamos acá en casa un loro, se llamaba Victorio, como un hermano mío que quedó en Calabria, Victorio hablaba, repetía casi todo lo que le enseñábamos, lo dejábamos suelto y jamás se escapó, estaba bien con nosotros, en verano se quedaba afuera, no le gustaba el calor, pero en invierno estaba todo el día adentro. Una mañana cuando me levanté, Victorio ya no estaba, se había ido, lo esperamos varios días, lo buscamos por todo el barrio, pero jamás apareció, en casa quedamos muy tristes porque era uno más de la familia, pero al fin y al cabo era un animal. Años después, salí con mi cuñado a pescar al dique del Carrizal, estábamos cerca de un acantilado donde suelen anidar todo tipo de pájaros, de repente vi una nube verde que se acercaba, era un bandada de loros, pero al mirar bien uno de ellos se descolgó de la bandada y vino directo hacia el bote, pasó rozando nuestras cabezas y se escuchó decir: “Adiós Don Fratelli”, repetido varias veces por él y por el eco que había en el lugar, era Victorio que se había ido a vivir con los loros barranqueros, en definitiva volvió con los suyos. Cuando llegué a casa y le conté a todos lo que había pasado nos quedamos más tranquilos, Victorio no estaba solo, estaba con los demás loros, donde debía estar”.
Después vieron las conjeturas típica de un grupo de chicos que ve a los viejos como gente que inventa cosas “Mirá si le va a gritar adiós Don Fratelli si los loros no hablan, sólo repiten” “Pobre Don Fratelli cada vez esta más loco” y otras tantas opiniones de pibes que creen saberlo todo.
Siempre recuerdo esa historia, no se si por la forma en que me la contó, pero quedo grabada en mi memoria junto al olor a malvones rojos de su patio. Nunca me detuve a pensar que podía tratarse del deseo de un viejo inmigrante calabrés que jamás volvió a su patria natal y que el desarraigo a esa altura de su vida le pesaba tanto que nunca pudo desplegar sus alas y como Victorio, volver a ver a los suyos.

Ilusión Canalla

Ilusión Canalla Hablando con un amigo, por internet , en realidad nos escribíamos en tiempo real o sea chateábamos, ( dudar de que palabra utilizar demuestra que la tecnología avanza más rápido que nuestra capacidad de darle nombre a las acciones que se dan por la red).
Pero me fuí por las ramas, en realidad a lo que quería hacer referencia era a una frase que me dijo (escribió...uffff) y que llamó profundamente mi atención y es la siguiente “no es ansiedad lo que tengo, es que me hago ilusiones”, me quedé pensando largo rato sobre esto, especialmente en la palabra “Ilusión”, algo que solía hacer habitualmente, pero que con el tiempo fuí perdiendo, esa sensación de que se despierten en mi esperanzas atractivas, deseables. No es que haya perdido la capacidad de tener esperanzas, no, pero fueron ganando terreno otras sensaciones que se despiertan mas rápido, como el enojo, la desconfianza, la frustración y otras tantas que no quiero nombrar. ¿Es la ilusión una capacidad que se va perdiendo a través de los años en la medida que muchas de esas expectativas no se fueron cumpliendo?. Me temo que si, que la capacidad de ilusionarse es directamente proporcional a las expectativas cumplidas. Mi primer reacción fue darle una clase de cómo no depositar demasiadas energías en un hecho que tal vez no pase pero que tal vez pase (¿se entiende?) pero me contuve cuando me di cuenta de que no podía trasladar mis experiencias a otra persona que aún es capaz de imaginar que algo bueno y lindo pueda llegar a ocurrirle, hubiera sido una mala jugada de mi parte. Porque tal vez lo que imagina se haga realidad y la ley que acabo de esbozar solo sea válida para mí y no extensiva a todos. La ilusión es soñar despierto, volar sin necesidad de alas y eso es algo que pocos poseen, por eso canallón querido, no pierdas esa capacidad, muy pocos se animan a decir que se ilusionan, lo sienten, pero no lo dicen y aunque las cosas no siempre ocurran como queres, trata de que las frustraciones no socaven ese don que tenes de volar sin despegar, porque quedarse sin ilusiones es perder el poder de hacer que las cosas sucedan.

Cinema Paradiso

Cinema Paradiso A veces pienso que la Argentina de hoy es como una película, donde los protagonistas ríen, son felices, brindan con champagne, también sufren, pero sufren por amor o por banalidades y donde muchas veces los finales son felices. Mientras los que están observándola, se deleitan con ese mundo inalcanzable del cual querrían ser parte , pero sólo les queda mirar desde su asiento como esa historia se desarrolla sin poder intervenir.
Muchas veces me encontré parado en una esquina preocupado porque mi celular estaba sin baterías, o porque sólo pude pagar el mínimo de la tarjeta de crédito con la cual me compré tantas cosas que “necesitaba”, ignorando de que unos ojos me miraban desde el cordón de la vereda con un balde y un trapo en la mano, descalzo.
Es imposible tratar de ponerse en el lugar del otro, nunca sabré que ven esos ojos, tal vez estén viendo una pantalla que le resulta imposible traspasar, no puede entrar y ser parte de ella, esta allí, parado, viendo como pasa la vida en autos último modelo lleno de familias felices, o con profesionales exitosos que manejan con una sola mano mientras con la otra dan órdenes a su secretaria desde el teléfono, mujeres con bolsas repletas del supermercado que lo miran con lástima, como si su vida también estuviera siendo parte de una película, una de la cual nadie quisiera ser parte, porque es mala , triste, de bajo presupuesto.
Parece una liviandad comparar la vida con una película, pero no se me ocurre otro ejemplo para graficar que pueden sentir esos miles de personas que se resumen en apenas un número de dos dígitos..
La Argentina es un cine, donde muchos miran pasivamente a unos pocos que son los protagonistas de una superproducción. Espero que algún día, como lo imaginó Woody Allen en "La Rosa Púrpura del Cairo", desaparezca esa pantalla que nos divide y todos podamos ser protagonistas y cambiar el argumento.
Andrés Petersen

pegaMe y llaMame Movistar

pegaMe y llaMame Movistar Fragmento del Mail de un nuevo integrante de la secta “sin celular no sos nadie” tratando de esgriMir una disculpa. laMentable.

“Si alguna vez escucharon decir a alguien parecido a Mí algo en contra de los celulares no era yo, era alguien parecido a Mí, ¿entendieron?... eeee ¿cómo carajo la reMo ahora? bueno Me vendí, a la Mierda los valores, los principios, los finales, el desenlace y la traMa. Hasta los Más grandes se vendieron una vez, Judas (aclaración para los jevis cabezas, este Judas es el del cuentito del hippie que hacía Milagros, no Judas Priest) lo hizo, los jugadores de San Martín de TucuMán contra Boca en el '92 (la reacción Más lenta de un arquero, Stephen Hawkings sin la silla es Más rápido), Oyharbide en Spartacus, pero ese entregó no vendió, y otros Más que no tengo ganas de recordar. En fin, que quieren que les diga, ya está, ya pasó, Mala suerte, habrá que aguantársela, lo dicho pisado, defenestrado, pulverizado (todavía siguen leyendo?), ¿nunca les pasó?, es coMún, soy un ser huMano, perdón Marx, Nietzche, Mel Brooks, FukuyaMa, Takahara, TakayaMa, Lia Crucét, Coca Sarli, el panel de ZAP, Riverito y el gato con botas (bueno si leyeron hasta acá búsquense una vida). AsuMo que no hay nadie Más leyendo así que les digo Mi teléfono celular:.................” Lestat, ahora coMunicado con el Mundo

¿Porqué a mi?

¿Porqué a mi? Cuando estoy a media cuadra de la parada de colectivos pasa el que me tengo que tomar, y lo peor es que a veces pasan dos juntos.
Me prendo un pucho y viene el bondi.
Compro un par de zapatillas, estoy contento me hicieron una rebaja del 5%, sigo caminado y en el local del al lado están en ofertas.
Llamo por teléfono al número equivocado y siempre me atienden.
Voy al baño ( en casa ajena), tiro la cadena y me queda trabado el botón.
Llego temprano, tengo las entradas desde hace un mes, cuando entro me ocuparon el lugar, y lo veo desde el lugar mas incómodo. Y si no me ocupan el lugar tengo un gigante adelante que no me deja ver.
Nunca gano nada, y cuando no juego el número sale a la cabeza en todas las loterías.
Siempre que voy hacer un tramite, me falta un papel y cuando lo llevo no me lo piden.
Me pongo en la caja rápida del súper (porque estoy apurado) y a la señora que tengo adelante ( que llevaba un sachet de leche y dos pancitos) la máquina no le reconoce el código, lo que hace que la cajera tenga que llamar al supervisor, esta al gerente y después te dicen que te vayas a la caja de al lado.
Quiero escribir lo que siempre me pasa y ahora no me lo acuerdo. Pero mañana me voy acordar.
Brindo con sidra ( un solo vaso) y me agarra el control de alcoholemia.
Fui al baño y cuando volví habían hecho el gol.
Cuando busco algo no lo encuentro y cuando ya no lo necesito aparece.
Tengo que rendir, estudio todo menos un tema. Mira vos, justo el que me preguntan.
Me voy de vacaciones y me llueve todos los días. Y el único día de playa con sol me pica un agua viva.
Me voy a Claromecó para no encontrarme con nadie, y medio rosario pensó lo mismo que yo.

Seguro que vos te pasó algo de esto y algunas cosas más.

Como fracasar exitosamente

Como fracasar exitosamente Les voy a contar algo que me sucedió, y me gustaría compartirlo con ustedes. Un día cansado de ver como influyen los medios y la publicidad en la vida en sociedad, me decidí a comenzar una investigación la que luego se convertiría en libro. El tema a tratar era el fracaso y como en una época donde los valores están distorsionados, los medios ayudan a la creación de estos. En mi libro proponía explicar que el uso del celular, el auto, la vestimenta y todas las “necesidades” que nos imponen no son sinónimos de éxito. Las tendencias implantadas no son tales. El éxito se logra con la unidad, la unión hace la fuerza, decían por ahí, y es verdad. Estamos en un mundo donde prima lo individual, y cada uno piensa en si mismo, sin importarles los demás.
Después de largos meses de investigación, análisis y cientos de entrevistas, me decidí a publicarlo. Estaba seguro de que lo que había logrado era digno de estar impreso y al alcance de los jóvenes (principalmente) que están en una sociedad en la que prevalece el éxito y la fama. Donde lo importante es triunfar sin importar como y el fracaso esta a la vuelta de la esquina.
Lo curioso y es lo que me impulsa a escribir este humilde texto, fue que no vendí ninguno, es mas ni siquiera mis más íntimos se acercaron a comprar por lo menos un ejemplar. Tengo tres cajas de libros en mi casa, bah… por un rato, porque el tiempo que le dedique a la realización del libro me trajo problemas con el trabajo, lo que me llevó a vender el auto para pagar la hipoteca, pero no llegué y en tres días voy a estar en la calle. Esto a su vez complicó las cosas con mi mujer, que se fue con un empresario. Mis hijos no me hablan más, ni siquiera les puedo mandar un mensaje de texto, porque me cortaron el servicio. Igual no estoy triste. Yo se que ellos están bien. Ayer la vi a mi mujer en un BMW, traía bolsas del shopping. Le grité, para saludarla, pero no me escuchó, justo la estaban llamando por el radio de su nuevo Nextel.

Te juro que quiero escribir algo serio, pero no me sale

Te juro que quiero escribir algo serio, pero no me sale Mirá, si me ves por la calle no pensarías que soy capaz de escribir esta sarta de pavadas, pero es más fuerte que yo, cuando pienso en escribir algo para actualizar la bitácora sólo se me ocurre armar una pelea entre la negra que vendía mazamorra y la dama antigua, me las imagino revolcándose en el barro de la calle frente al cabildo mientras French y Berutti recogen las apuestas, a todo esto la señora que grita ¡empanaditas calientes que queman los dientes¡ se hace la América entre los presentes habidos de ver sangre. Yo me inclino por la negra, que de un manotazo le arranca la peineta a la dama antigua y se la clava en la frente , para hacerlo todo más clasista la dama antigua vamos a suponer que se llama Felicitas Anchorena de González Naón y la negra, simplemente Maria ...uy me parece que simplemente Maria era el nombre de una telenovela...!Plagio referí!..¿como que no lo vio?
De golpe el carruaje de Don Martín de Anchorena clava los frenos y el muy copetudo deja la galera y le mete una piña en la cara al negro que vende velas, todo porque estaba alentando a María, la negra rápida de reflejos, le echa la mazamorra hirviente en la cara al pobre Don Martín que a esa altura ya tenía una vela clavada en..en...en la oreja.
Mientras tanto, dentro del cabildo los allí reunidos escuchan que la gente grita !el pueblo quiere saber de que se trata¡ Esto anima a los revolucionarios que piensan que tienen a la gente de su lado, cuando en realidad lo que quieren saber es porque empezó la pelea...y bueno después de todo la historia ,decía Marx, es una eterna lucha de clases y la nuestra no iba a ser la excepción.