No digan que no les avisamos: sus alacenas están repletas de armas de destrucción masiva

A todo esto, y es lo que más me preocupa, es la forma en que estos productos nos están convirtiendo en una sociedad obsesivo compulsiva por la limpieza y la higiene.
Estamos en medio de una guerra fria contra la mugre y los gérmenes, nos hemos convertidos en viles empleados de Mc Donalds pasando el trapo con algún producto cada cinco minutos, pensando que de esta manera tendremos nuestros pisos igual que el de un shoping o nuestras cocinas mas esterilizadas que un quirófano.
Pero lo peor, son esos seudo actores fracasados que con un guardapolvo y un escritorio de acrílico nos dicen que esta científicamente comprobado que si utilizamos determinado producto estamos a salvo de cualquier agente bacteorológico amenazante o que contemos como conocimos a Ariel o a Jorge o que si llamamos a 0800-scup nos van a enseñar a sacar esa mancha de chimichurri que se nos cayó en el pantalón el domingo durante el asado (¡¡mentiras!!, yo llamé y no atendió nadie), o que el vecinito va a tener más ganas de hacer caca en nuestro baño que en el de su casa porque en el nuestro esta ese adminículo adherido a la pared que despide, cada vez que lo tocamos, un olor a bosque patagónico (que mezclado con el olor a caca del nene no se que es peor).
Sigan así, que va a llegar el día que un ama de casa pierda un meñique mordida por esas cositas que viven adentro de los jabones en polvo y lo peor es que tanto propanato de acetilaldehído y clorhidrato de cetrimonio nos va a terminar asfixiando a todos.
2 comentarios
MAURICIO -
Atenea -
P.D.: me encanta tu lunar jajajajaja