¡Arrojar comida es pecado, pero por jugar con comida creo que te dan cinco años!

1) Muerte lenta del jamón: Agarrar una feta de jamón cocido o crudo, inclinar la cabeza ligeramente hacia atrás y apoyar la feta sobre la boca entreabierta. A continuación, ir mordisqueando el jamón hasta hacerlo desaparecer, como si fuera absorbido por un monstruoso agujero viviente. Mientras tanto, se puede hacer la voz de una bestia salvaje o bien una voz finita, representando al jamón (¡Aaah, socorro, voy a morir, sáquenme de aquííí!). Sí, pueden usarse otros fiambres, aunque no creo que el matambre funcione.
2) La banana parlante: Pelar sólo una tira de la banana, pero no completamente . Darla vuelta y realizar un pequeño tajo a unos 4 centímetros de lo que sería habitualmente la base de la banana (que en este caso está del lado de arriba). Tirar y aflojar suavemente de la tira que hemos pelado, para que parezca que la banana está moviendo la boca, y simultáneamente fingir la voz de la banana diciendo, por ejemplo: Hola, soy una banana. Se puede hacer que la banana diga cosas más profundas, pero no sé si sería creíble: Es una banana.
3) La máquina de churros: Un clásico. Masticar una banana hasta que la papilla esté bien deshecha. Luego, acercar la mano a la mejilla y hacer la mímica de que se está moviendo una manivela, mientras con la lengua se empuja la banana contra los dientes, para que la papilla de banana sea expulsada a través de los pequeños resquicios en nuestra dentadura.
4) Utensilios graciosos: Las cafeteras de bar de acero inoxidable también pueden cobrar vida, haciendo que hablen abriendo y cerrando la tapa, que suele tener una pestañita manipulable con el pulgar (Hola, soy una cafetera). El clásico sacacorchos de brazos también vivirá si tiramos una y otra vez del tirabuzón para que agite los brazos. En este caso, se puede imitar a Perón y decir ¡Compañeros! (No hace falta que lleguemos a este nivel de sátira política; También puede decir Hola, soy Perón. Recordemos, después de todo, que es sólo un sacacorchos fingiendo que es Perón).
No recomiendo realizar estos trucos en la primera cita con un miembro del sexo opuesto. Por lo menos, no todos juntos.
3 comentarios
Gonzalo -
Cristian -
La lengua perforante: Cuando estamos en un bar, tomar una servilleta de papel y con las dos manos apoyarla, manteniéndola estirada, contra la boca entreabierta. Apoyar la lengua contra la servilleta, sin hacer fuerza, para que la humedad propia de la lengua vaya socavando la resistencia del papel, hasta que la lengua atraviese la servilleta con suavidad. El efecto es espectacular (por lo menos para el 73 % de la población).
Atenea -
P.D. hablando de platanos... por que no mientras te comes uno, imitas a un mono??
P.D.2 yo lo he hecho jajaja